Archivos Mensuales: enero 2013
A Opciones de Alimentos “sin antibioticos”
Abajo encontrará una guía para ayudarle con esto. Descargue el PDF de nuestro reporte completo "
Meat on Drugs" (Carne Medicada) y visite NotInMyFood.org para más información sobre la seguridad en los alimentos.A El uso excesivo de antibióticos en animales productores de alimentos amenaza la salud pública
Los antibióticos se han utilizado desde la década de 1940 y han conducido a una reducción drástica en la enfermedad y muerte por enfermedades infecciosas. Pero de acuerdo con el Grupo de Trabajo Federal sobre resistencia a los antimicrobianos, "el uso extensivo de los antimicrobianos se ha traducido en la resistencia a las drogas, que amenaza con revertir los avances médicos de los últimos setenta años." Dado que los antibióticos se han utilizado tan ampliamente y durante tanto tiempo, resistencia a los antibióticos se ha convertido en una amenaza importante para la salud pública.
Una pregunta clave es, ¿puede el uso de antibióticos en animales promover el desarrollo de difíciles de tratar super bacterias resistentes a los antibióticos que hacen que las personas se enfermen? Y si puede, serian las enfermedades de rara ocurrencia, y los riesgos teóricos o por el contrario podría el uso de antibióticos en animales plantear una amenaza grave para la salud humana.
Numerosas organizaciones de salud, como la American Medical Association, American Public Health Association, la Sociedad de Enfermedades Infecciosas de Estados Unidos, y la Organización Mundial de la Salud, están de acuerdo y han pedido, una reducción significativa en el uso de antibióticos usados en la producción de alimentos de origen animal.
Diez años más tarde, el Consejo Nacional de Investigación (parte de la Academia Nacional de Ciencias) llegó a la conclusión de que "se puede demostrar un vinculo entre el uso de antibióticos en animales productores de alimentos, el desarrollo de microrganismos resistentes en los animales, y la propagación de agentes patógenos zoonóticos a los seres humanos "
En 2010, la FDA, el Departamento de Agricultura de EE.UU., y el CDC testificaron ante el Congreso que hay una conexión entre el uso rutinario de antibióticos para la producción de carne y la disminución de la eficacia de los antibióticos en las personas.
Más recientemente, en 2012, la FDA declaró: "El mal uso y el abuso de los medicamentos antimicrobianos crea una presión selectiva evolutiva que permite a las bacterias resistentes a antimicrobianos aumentar en números más rápidamente que las bacterias susceptibles a antimicrobianos y aumenta así la oportunidad para que las personas se infecten por bacterias resistentes"
Sin embargo, la industria ganadera sigue aduciendo que, si bien el uso de antibióticos puede tener algo que ver con la resistencia a los antibióticos de las bacterias en la granja, no es un problema importante para la salud humana, y que son requeridos pocos cambios en las prácticas actuales.
Numerosos estudios han demostrado que el uso rutinario de antibióticos en la granja promueve super bacterias resistentes a los medicamentos en esas instalaciones. Algunas de las evidencias más dramático se produjeron como resultado de la aprobación de la FDA de fluoroquinolonas – una clase de antibióticos que incluye Cipro (ciprofloxacina), que se ha utilizado en la producción de aves de corral desde 1995.
Sin negar estos hechos, la industria argumenta esencialmente que lo que sucede en la granja se queda en la granja. Puede haber algún super bacterias allí, pero no afectan a las personas. Hay dos rutas principales, sin embargo, por la cual super bacterias pueden salir de la granja e infectar a los humanos. Una de ellas es una ruta directa, a través de los productos cárnicos y de aves de corral, y la otra es una ruta indirecta a través del medio ambiente.
Una vez que aparecen en la granja, las super bacterias definitivamente pasan a la cocina, a través de la carne y aves de corral crudos. Pruebas de Consumer Reports en pollos, tanto en el 2006 como en el 2010 revelaron la presencia generalizada de patógenos resistentes a antibióticos en los productos de aves de corral encontrados en los mercados. En ambos años, más de dos tercios de las muestras de pollos estaban contaminadas con Salmonella y / o Campylobacter, y más de 60 por ciento de esas bacterias eran resistentes a uno o más antibióticos.
La industria argumenta que incluso esto no es un problema porque la gente sabe cocinar el pollo completamente. De hecho lo hacen, pero los paquetes pueden gotear en el refrigerador, o las tablas de cortar se pueden contaminar, así como otros problemas. No existen datos fiables sobre la frecuencia con que esto puede causar una enfermedad, especialmente difíciles de tratar enfermedades, porque la mayoría de la gente simplemente puede capear una infección y la estadística se desvanece en el fondo lo de los aproximadamente 48 millones de casos de enfermedades transmitidas por alimentos que tenemos anualmente en el EE.UU..
Pero de vez en cuando un brote de supe bacteria es lo suficientemente grave como para llamar la atención del Centro para el Control de Enfermedades. Uno de esos casos ocurrió en el 2011, en el cual el picadillo de pavo estuvo vinculado a 136 enfermedades y una muerte, todo causado por una cepa de Salmonella resistente a cuatro antibióticos distintos, ampicilina, estreptomicina, tetraciclina y gentamicina. Unos 36 millones de libras de pavo molido fueron retirados del mercado.
Otro caso fue el de carne molida de la cadena de tiendas de comestibles Hannaford, en Nueva Inglaterra , vinculado en el 2011 a 19 infecciones y por lo menos 7 hospitalizaciones , todas causadas por una cepa de Salmonella resistente a múltiples antibióticos, incluyendo amoxicilina / ácido clavulánico, ampicilina, ceftriaxona, cefoxitina, kanamicina, estreptomicina, y sulfisoxazole.
Las super bacterias también pueden propagarse más allá de la granja y amenazar la salud pública a través de la transmisión al medio ambiente. Esto puede suceder de varias maneras, en particular a través de los trabajadores, o del escurrimiento agrícola. Una vez que super bacterias desarrolladas en la granja, salen de ella, pueden intercambiar material genético y dar su resistencia a otras bacterias, incluso de otros géneros y especies, que nunca han estado en contacto con antibióticos. Esto puede suceder en lagos, en los animales salvajes, e incluso en el tracto digestivo humano.
Los trabajadores son particularmente propensos a adquirir las bacterias resistentes de los animales y llevarlas a otro lugar. Un estudio de los trabajadores avícolas en la península de Delmarva descubrió que estos tenían 32 veces más probabilidades de acarrear la Escherichia coli resistente a la gentamicina, y más de cinco veces más probabilidades de acarrear E. Coli resistente a múltiples medicamentos, en comparación con otras miembros de otras comunidades. Un estudio realizado en el Midwest encontró el Staphylococcus aureus resistente a la meticilina (MRSA por sus siglas en Ingles), en el 70 por ciento de los cerdos y el 64 por ciento de los trabajadores de una planta, mientras que no se encontró MRSA en los cerdos o los trabajadores en otra planta dn otro estado, lo que sugiere que el MRSA se mueve entre cerdos y humanos.
Sin embargo, las bacterias resistentes también pueden escapar de una operación de ganado a gran escala (a menudo conocidas como una operación de alimentación de animales confinados, o CAFO) por un número de rutas, incluyendo a través del estiércol aplicado a los campos como fertilizante, de los camiones de transporte de animales, del viento o incluso a través de las moscas atraídas por el estiércol las que pueden contaminarse y transmitir nte bacterias resistentes Un estudio publicado recientemente del río South Platte encontró que los genes de resistencia a antibióticos (que codifica la resistencia a las sulfonamidas) eran 10.000 veces más alto en los sedimentos del río aguas abajo de grandes granjas de ganado (aquellas con mas de 10.000 cabezas de ganado) en comparación con los sedimentos del río aguas arriba de dichas granjas El mismo estudio encontró estos mismos genes de resistencia a antibióticos eran sólo 1.000 veces mayor en plantas de tratamiento de aguas residuales que descargan decenas de millones de galones de aguas residuales por día, en comparación con los sedimentos prístinos .
Las bacterias en muchos entornos fácilmente pueden intercambiar genes que codifican para resistencia a los antibióticos, con bacterias vecinas. Genes de resistencia a antibióticos a menudo se encuentran en elementos genéticos móviles, especialmente los plásmidos, transposones e integrones que puede moverse fácilmente entre las bacterias de la misma o diferentes especies, lo que facilita la propagación de la resistencia a múltiples fármacos por múltiples tipos de bacterias.
Es por estas razones que los que trabajan en el área de la salud publica y la FDA han venido proponiendo limitar el uso de antibióticos en el ganado durante más de tres décadas (véase la lista más abajo). La Unión de Consumidores cree que, como medida de prudencia, se debe reducir drásticamente el uso de antibióticos en animales productores de alimentos, y eliminar por completo su uso para estimular el crecimiento o la prevención de enfermedades en los animales sanos.
P Salud y Cuidado de los Pies
Trate bien a sus pies. Años de uso y abuso pueden maltratarlos. Los pies también pueden ser maltratados por las enfermedades, la mala circulación, las uñas mal cortadas y el uso de zapatos que no calzan bien. Los problemas de los pies a veces son la primera señal de condiciones médicas más serias tales como artritis, diabetes y trastornos neurológicos o circulatorios.
De un paso en la dirección correcta
Cuide bien a sus pies. Revíselos a menudo. Use un espejo para ver las plantas de los pies. Examine si tiene cortadas, ampollas o uñas encarnadas. Si es necesario, pídale ayuda a un miembro de su familia. Si tiene diabetes, asegúrese de revisarse los pies todos los días.
Acuérdese de elevar los pies cuando está sentado. Eso ayuda a la circulación de los pies, así como también hacer estiramientos, caminar, un suave masaje de los pies o remojar los pies en agua tibia. Asegure que sus pies están secos antes de ponerse los zapatos. Use zapatos cuando está afuera. Si pasa sentado por largo tiempo, levántese y camine de vez en cuando. Si usualmente cruza las piernas, cambie de pierna o manténgalas sin cruzar frecuentemente. No fume.
Si tiene problemas con los pies, su médico de cabecera le puede ayudar o usted puede acudir a un médico que se especializa en el tratamiento de los pies, o sea, un podólogo.
Asegurese que los zapatos le calzan bien
Usar zapatos cómodos que calcen bien puede prevenir muchos problemas de los pies. A continuación encontrará algunos consejos para asegurar que los zapatos le calzan bien:
§ La talla de zapatos puede cambiar a medida que usted envejece, así que siempre pida que le midan los pies antes de comprar zapatos. El mejor momento para medir los pies es al final del día, cuando los pies están más grandes.
§ La mayoría de las personas tienen un pie más grande que el otro. Asegure que sus zapatos le calzan bien al pie más grande.
§ No compre zapatos sin antes probárselos. La talla de los zapatos puede variar dependiendo del tipo de zapato, la marca y el estilo. Por ejemplo, es possible que la talla que usted usa para zapatos de tenis no sea la misma que necesita para zapatos de vestir.
§ Camine con los zapatos puestos para asegurar que se sienten bien. Los talons de los zapatos no deben resbalarse hacia arriba y hacia abajo cuando camina.
§ Escoja zapatos que tienen la horma de su pie. Los estilos que tienen tacones altos o son puntiagudos pueden dañar sus pies.
§ Póngase de pie cuando se está probando un par de zapatos para asegurar que hay un espacio de cerca de ½ pulgada entre sus dedos y la punta del zapato.
§ Asegure que el metatarso del pie calza cómodamente en la parte más ancha del zapato.
§ No compre zapatos que se sienten muy apretados pensando que se van a estirar.
§ La parte superior de los zapatos debe ser fabricada con un material suave y flexible.
§ Las suelas deben proporcionarle una tracción firme y no ser resbalosas. Las suelas gruesas amortiguan los pies cuando camina en superficies duras.
§ Los zapatos de tacón bajo son más cómodos, más seguros y menos perjudiciales que los zapatos de tacón alto.
Problemas comunes de los pies.
Las infecciones fungales, tales como el pie de atleta, ocurren porque la mayoría del tiempo tenemos puestos zapatos en los pies. Los zapatos son calientes, oscuros y húmedos, el lugar perfecto para que crezcan los hongos. Un hongo puede causar piel seca, enrojecimiento, ampollas, picazón y descamación, y esta condición puede ser difícil de curar. Los polvos o cremas fungicidas que se venden sin receta médica pueden ayudar. Si el pie no mejora en un periodo de 2 a 4 semanas, hable con su médico.
Haga lo siguiente para prevenir las infecciones:
§ Mantenga sus pies limpios y secos. Asegúrese de secar las áreas que están entre los dedos.
§ Cámbiese los zapatos y las medias o calcetines a menudo para ayudar a mantener los pies secos.
§ No compre zapatos apretados.
§ Trate de usar todos los días un polvo para los pies que no contenga talco.
La piel seca puede causar picazón y ardor en los pies. Use una cantidad pequeña de jabón suave y una crema o loción en las piernas y pies todos los días. Tenga cuidado si desea añadir aceites al agua de la tina, ya que éstos pueden hacer que sus pies y la tina se pongan muy resbalosos.
Los callos y las callosidades son causados por la presión que ocurre cuando los huesos de los pies rozan contra los zapatos. Los callos usualmente aparecen en la parte superior y en los lados de los dedos, mientras que las callosidades se forman en las plantas de los pies. Usar zapatos que calzan mejor o parches acolchonados sin medicamentos puede ayudar. Cuando se baña, frote suavemente el callo o la callosidad con una toallita o piedra pómez para ayudar a reducir su tamaño. Para evitar una infección, no trate de afeitar el callo o la callosidad. Visite a su médico, especialmente si usted tiene diabetes o problemas circulatorios.
Las verrugas son crecimientos en la piel causados por un virus. Pueden ser dolorosas y pueden propagarse si no son tratadas. Algunos productos que se venden sin receta médica pueden ayudar a extirpar las verrugas. Visite a su médico para recibir tratamiento.
Los juanetes son articulaciones hinchadas y dolorosas que pueden desarrollarse en la base del dedo gordo. Este problema tiende a ser hereditario. Los juanetes también pueden ser causados por zapatos que son muy pequeños o tienen una horma puntiaguda. Si el juanete no es muy doloroso, los zapatos de horma ancha en el área de los dedos y en la parte de en medio del pie (empeine) o las plantillas pueden ayudarle. Cubrirlo con vendas adhesivas o parches acolchonados puede producir alivio. Algunos medicamentos que se venden sin receta médica pueden aliviar el dolor y reducir la hinchazón. Hable con su médico si está sintiendo dolor. A veces, una cirugía es necesaria para aliviar la presión y reparar la articulación del dedo.
Las uñas encarnadas ocurren cuando una parte de la uña se incrusta en la piel. Esto puede suceder si no se cortan las uñas del pie en línea recta, de manera que las puntas de las uñas puedan verse sobre la piel. Use un cortaúñas hecho especialmente para cortar las uñas de los pies. Las uñas encarnadas son muy comunes en el dedo gordo. Un médico puede remover la parte de la uña que está incrustada en la piel.
Los neuromas son el resultado de una acumulación de tejido alrededor de un nervio inflamado en el pie. Pueden causar hormigueo, entumecimiento o dolor en el metatarso del pie y en los dedos del pie. Esto puede ocasionar que una persona pierda el equilibrio. Los zapatos que son muy estrechos o que tienen tacones altos pueden empeorar el problema. Visite a su médico. A veces, usar plantillas especiales en los zapatos puede ayudar.
Los dedos en martillo son causados por un encogimiento de los tendones que controlan el movimiento de los dedos. La articulación del dedo crece y contrae el dedo hacia atrás. Con el tiempo, la articulación se agranda y se entiesa a medida que va rozando contra los zapatos. Eso puede afectar el equilibrio de una persona. Un espacio más amplio en los zapatos o en las medias o calcetines puede ayudar. En casos muy graves, es posible que sea necesario realizar una cirugía.
Los espolones son prominencias óseas que crecen en los huesos de los pies. Son causados por estrés en los pies. Estar de pie por largos periodos de tiempo, usar zapatos que no calzan bien o tener sobrepeso pueden empeorar los espolones. A veces los espolones no duelen; otras veces pueden causar dolor. El tratamiento para los espolones incluye soportes para los pies, parches acolchonados y dispositivos que protegen los talones. A veces es necesario realizar una cirugía.
Los pies hinchados pueden ocurrir cuando se ha estado de pie por mucho tiempo. Si los pies y los tobillos permanecen hinchados, eso puede señalar un problema de salud más grave. Visite a su médico para recibir un chequeo.
Manténgase alerta
Tanto la diabetes como la enfermedad arterial periférica pueden producir una mala circulación de la sangre a los pies, lo cual puede causar que un arañazo o moretón se infecte más fácilmente. Esto hace que el buen cuidado de los pies sea muy importante. Asegúrese de consultar con su médico si usted desarrolla una llaga en el pie que no sana.
No de un mal paso
Cuidarse bien los pies y revisárselos con regularidad son una parte importante del cuidado de su salud. Su médico debe revisarle los pies a menudo. Si usted tiene problemas en los pies, no dude en consultar con su médico.
F ¿Está la fructosa engordando a la gente?
El azúcar simple hallado en el jarabe de maíz rico en fructosa y en otros alimentos se relaciona con cambios en el apetito en un estudio.
Una investigación reciente sugiere que la fructosa, un azúcar simple que se halla de forma natural en la fruta y que se añade a muchos otros alimentos como parte del jarabe de maíz rico en fructosa, no reduce el apetito y podría hacer que la gente coma más, en comparación con otro azúcar simple, la glucosa.
Tanto la glucosa como la fructosa son azúcares simples que se incluyen en partes iguales en el azúcar de mesa. En el nuevo estudio, unos escáneres cerebrales sugieren que suceden cosas distintas en el cerebro, dependiendo de cuál azúcar se consuma.
Investigadores de la Universidad de Yale observaron cambios relacionados con el apetito en el flujo sanguíneo de la región hipotalámica de los cerebros de veinte adultos sanos después de que comieron glucosa o fructosa. Cuando las personas consumieron glucosa, los niveles de las hormonas que tienen que ver con sentirse llenos eran altos.
Al contrario, cuando los participantes consumieron una bebida con fructosa, mostraron aumentos más pequeños en unas hormonas asociadas con la saciedad (con sentirse lleno).
Los hallazgos aparecen en la edición del 2 de enero de la revista Journal of the American Medical Association.
El Dr. Jonathan Purnell, de la Universidad de Salud y Ciencias de Oregón en Portland, fue coautor de un editorial que acompañó al nuevo estudio. Señaló que los hallazgos replican los de estudios anteriores con animales, pero "esto no prueba que la fructosa sea la causa de la epidemia de obesidad, solo que es un posible factor contribuyente junto con muchos otros factores ambientales y genéticos".
Dicho esto, la fructosa se halla en la dieta de los estadounidenses en forma de azúcares, por lo general en forma de jarabe de maíz rico en fructosa, que se añaden a las bebidas y a los alimentos procesados. "Este aumento en la ingesta de azúcar añadido que contiene fructosa en las últimas décadas ha coincidido con el aumento en la obesidad de la población, y hay una evidencia firme a partir de estudios con animales de que este aumento en la ingesta de fructosa tiene que ver con este fenómeno", aseguró Purnell, quien es profesor asociado de la división de endocrinología, diabetes y nutrición clínica de la universidad.
Pero enfatizó que los nutricionistas no "recomiendan evitar las fuentes naturales de fructosa, como la fruta, ni el uso ocasional de miel o jarabe". Y según Purnell, "el consumo excesivo de azúcar procesado se puede minimizar al preparar la comida en casa usando alimentos integrales y granos ricos en fibra".
Connie Diekman, directora de nutrición universitaria de la Universidad de Washington en St. Louis, se mostró de acuerdo en que se necesita más investigación. "Este estudio provee una observación interesante sobre la forma en que el cerebro reacciona a distintas sustancias químicas halladas en los alimentos, pero la forma en que esto podría afectar a la obesidad y al creciente número de obesos no puede ser determinada tan solo por este estudio", comentó.
El Dr. Scott Kahan, director del Centro Nacional de Peso y Bienestar de Washington, D.C., añadió que hay mucho que los científicos ignoran sobre la fructosa y la forma en que afecta al organismo. "Ciertamente hay diferencias entre las moléculas de azúcar, y todavía se están determinando científicamente", planteó.
Según Kahan, el jarabe de maíz rico en fructosa, un endulzante ubicuo que los fabricantes adoran porque es barato, súper dulce y ayuda a extender la duración, tiene una mala reputación sobre su rol potencial en la epidemia de obesidad, pero tiene la misma cantidad de fructosa que el azúcar de mesa (la sacarosa). "No sabemos del todo si el jarabe de maíz rico en fructosa tiene algún aspecto malsano exclusivo", dijo.
Kahan dijo que una cosa está clara, que "casi todos comemos demasiado azúcar, y si podemos moderarla seremos más sanos en varios aspectos".
El Dr. Louis Aronne, fundador y director del Programa Integral de Control del Peso del Hospital Presbiteriano de Nueva York y del Centro Médico Weill Cornell en la ciudad de Nueva York, anotó que la mayoría de endulzantes contienen una mezcla de glucosa y fructosa. Por esos motivos, "el efecto no es tan dramático como el que se puede ver en un ensayo como este".
Pero una creciente evidencia apunta a que la región hipotalámica del cerebro tiene que ver con la obesidad. "Cosas tan sutiles como un cambio en el endulzante pueden tener un impacto sobre qué tan llena se siente una persona, y podrían llevar a un aumento en la ingesta calórica y a un creciente patrón de obesidad observado en este país", señaló.
¿Qué se puede hacer? Como nutricionista, Sharon Zarabi, del Hospital Lenox Hill en la ciudad de Nueva York, aconseja a sus pacientes leer las etiquetas de los alimentos. "Evite los que tengan fructosa o glucosa entre los primeros ingredientes de la lista, y asegúrese de que haya menos de diez gramos de azúcar por porción".