C Las mascotas son buenas para el corazón

Tener una mascota, principalmente un perro, puede reducir el riesgo de enfermedades del corazón, según una nueva declaración científica de la Asociación Americana del Corazón, publicada en la edición online de su revista 'Circulation: Journal of the American Heart Association'.

"Tener una mascota, sobre todo un perro, probablemente está asociado con un menor riesgo de enfermedad cardiaca", dijo Glenn N. Levine, profesor en el Colegio Baylor de Medicina en Houston, Texas (Estados Unidos), y presidente del comité que escribió el comunicado después de la revisión de estudios anteriores sobre la influencia de las mascotas.

La investigación muestra que tener una mascota está probablemente asociado a una reducción de los factores de riesgo de enfermedades del corazón y el aumento de la supervivencia de los pacientes. Sin embargo, los estudios no son definitivos y no necesariamente demuestran que tener una mascota es causa directa de una reducción en el riesgo de enfermedades del corazón.

"Puede ser simplemente que las personas más saludables son los que tienen mascotas, no es que tener una mascota en realidad conduce a la causa o la reducción del riesgo cardiovascular", expone Levine.

Tener un perro en particular puede ayudar a reducir el riesgo cardiovascular, posiblemente, porque las personas que tienen estos animales pueden realizar más actividad física, como caminar. En un estudio de más de 5.200 adultos dueños de perros, se vio que caminan más y tienen más actividad física que los no propietarios de perros y registraban un 54 por ciento más de probabilidades de obtener el nivel recomendado de actividad física.

Ser dueño de mascotas puede estar asociado con una menor presión arterial y niveles de colesterol y una menor incidencia de la obesidad, ya que estos animales pueden tener un efecto positivo en las reacciones del cuerpo al estrés.

"En esencia, los datos sugieren que probablemente es una asociación entre la tenencia de mascotas y la disminución del riesgo cardiovascular –dijo Levine–. Lo que está menos claro es si el acto de la adopción o adquisición de una mascota podría conducir a una reducción del riesgo cardiovascular en pacientes con enfermedad preexistente. Se necesita más investigación, incluyendo estudios de mejor calidad, para responder con más precisión a esta pregunta".

 

C Siete sencillos pasos de estilos de vida puede disminuir el riesgo de coágulos sanguíneos

Coágulos de sangre en las piernas o los pulmones (trombosis venosa profunda o embolia pulmonar) matan a un estadounidense cada 5 minutos. La adopción de siete pasos simples de estilo de vida puede ayudar a reducir el riesgo de estos coágulos sanguíneos potencialmente mortales, según un estudio presentado en la Sesiones Cientificas de la American Heart Association Arteriosclerosis, Trombosis y Biología Vascular 2013.

 

En un estudio a gran escala, a largo plazo, los investigadores siguieron a 30,239 adultos de 45 años o más durante casi 5 años. Los investigadores calificaron la salud del corazón de los participantes utilizando los indicadores de salud  de la American Heart Association Simple Life 7. Estos incluyen la actividad física, evitar fumar, seguir una dieta saludable, mantener un índice de masa corporal saludable y controlar los niveles de azúcar en la sangre, presión arterial y colesterol. Luego compararon la incidencia de coágulos de sangre entre las personas cuya salud del corazón fue calificada como insuficiente, normal y óptima.

 

Entre los participantes con una salud óptima, el riesgo de coágulos de sangre fue 44 por ciento más bajos que los de salud inadecuados. Las personas con salud promedio tenían un riesgo 38 por ciento menor.

 

El mantenimiento de niveles óptimos de actividad física y el índice de masa corporal fueron los cambios de estilo de vida más importantes relacionados con un menor riesgo de coágulos de sangre.

 

 

 

C Los hombres más jóvenes son los mayores consumidores de azúcares añadidos, según los CDC

La comida y las bebidas endulzadas son la fuente de demasiadas calorías vacías, advierten los expertos.

Los adultos jóvenes de EE. UU. están consumiendo más azúcares añadidos en la comida y las bebidas que las personas de más edad, y aparentemente más sabias, según un nuevo informe del gobierno.

Unos datos de los Centros para el Control y la Prevención de las Enfermedades (CDC) de EE. UU., publicados el miércoles, mostraron que entre 2005 y 2010, los adultos mayores con unos ingresos más altos tendieron a consumir menos azúcar añadido, que se define como endulzantes añadidos a los alimentos procesados y preparados, que las personas más jóvenes.

Se tiende a culpar sobre todo a los refrescos endulzados por el azúcar añadido en la dieta estadounidense, pero el nuevo informe mostró que los alimentos eran una fuente de mayor tamaño. Un tercio de las calorías de los azúcares añadidos provenían de las bebidas. Es notable que la mayoría de esas calorías se consumieron en casa, y no fuera de casa, mostró el estudio.

El informe, que aparece en la edición de mayo de la revista National Center for Health Statistics Data Brief, halló que el número de calorías derivadas del azúcar añadido tendía a declinar con el avance de la edad tanto en los hombres como en las mujeres. Los que tenían a partir de 60 años consumían bastantes menos calorías de esa fuente, en comparación con sus contrapartes entre los 20 y los 59.

Los investigadores descubrieron que alrededor del 13% de las calorías diarias de los adultos provienen de azúcares añadidos, la mayor parte de los cuales se encuentran en la repostería y los refrescos. Los hombres consumen alrededor de 335 calorías al día de azúcares añadidos, mientras que las mujeres, 239 calorías. . También hubo diferencias entre los grupos raciales y étnicos. Por ejemplo, los adultos negros consumían más calorías de azúcares añadidos que los adultos blancos o de origen mexicano.

 Las Directrices Dietéticas para los Estadounidenses aconsejan que no más del 5 al 15 por ciento de las calorías provengan de la combinación de grasas sólidas y azúcares añadidos.

Lo primero que debemos saber es qué es el azúcar añadida. Todos los alimentos industriales agregan diversas cantidades de azúcar para conservar, saborizar y dar consistencia a sus preparaciones, lo que se traduce sólo en calorías vacías que no aportan nutricionalmente. Asimismo, otro problema asociado es que no todos los productores declaran esta práctica por eso muchas veces no nos enteramos la cantidad de azúcar que tienen los alimentos.

 El estudio de la CDC indica también que cerca de dos tercios (67%) de los azúcares añadidos provienen de los alimentos, y el otro tercio (33%) de las bebidas. De hecho, la gente es más consciente que los refrescos suelen tener más azúcar que la que declaran, lo que no siempre ocurre con la comida. No todos se imaginan que el plato de spaguettis con salsa boloñesa tiene tanta azúcar como una gaseosa, por ejemplo.

Eso probablemente quiera decir que "la mayoría de personas siguen consumiendo más alimentos de este tipo, que con frecuencia no proveen la nutrición de otros grupos de alimentos", señaló Connie Diekman, dietista registrada y directora de nutrición universitaria de la Universidad de Washington, en St. Louis.

"Este informe muestra que los esfuerzos por educar a los estadounidenses sobre una alimentación saludable siguen quedándose cortos", lamentó Diekman.

Más de un tercio de los adultos de EE. UU. son ahora obesos, según los CDC. Consumir un exceso de azúcar se relaciona con un mayor riesgo de aumento de peso y obesidad.

"Parece que al menos algunos grupos están captando el mensaje, pero todavía hay una ingesta alta de azúcar añadido", planteó la autora del estudio, la Dra. Bethene Ervin, epidemióloga nutricional del Centro Nacional de Estadísticas de Salud de Hyattsville, Maryland. "Quizás el mensaje esté llegando a los adultos con unos ingresos más altos y unos mayores niveles educativos".

Pero Ervin apuntó que esto no es suficiente. "Debemos hacer un mayor esfuerzo por alcanzar a grupos específicos que no están haciendo los cambios con tanta facilidad", dijo. "Se trata de calorías vacías, así que sería sensato elegir unas opciones alimentarias más saludables".

El Dr. David Lam, endocrinólogo de la Escuela de Medicina Mount Sinai en la ciudad de Nueva York, concurrió en que hay muchísimo por mejorar.

"Según estos datos, nos hallamos en el extremo alto de las recomendaciones dietéticas para el azúcar añadido", apuntó. "Observamos aumentos en la obesidad y en la diabetes, y estos datos nos dicen que necesitamos hacer un mejor trabajo en cuanto a limitar el azúcar añadido en nuestras dietas".

Esto incluye hacer que las opciones saludables sean menos costosas y estén ampliamente disponibles, planteó Lam. "No estamos donde debemos estar, y tenemos que hallar cosas que podamos cambiar, como aumentar el acceso a una comida más saludable", señaló.

Otros datos son que la media de las calorías totales por azúcar agregada disminuyó con el aumento de la edad y de los ingresos. Ello ratifica la tesis que los más jóvenes son quienes más ingieren comida rápida, rica en azúcar añadida. Las pizzas, sandwiches, hamburguesas y papas fritas son baratas, lo que multiplica sus ventas. En general, aquellos de más edad tienen mayor cuidado con su alimentación y poseen más recursos para comprar productos frescos.

El profesor Bethene Ervin, quien dirigió este estudio, había encabezado otro similar el 2012, en el que mostró que los niños y los adolescentes consumen alrededor del 16% de sus calorías diarias (322 calorías) de productos con azúcares añadidos. Los hombres consumían unas 362 calorías por este concepto, mientras que las niñas, unas 282 calorías

 

 

E Solo uno de cinco estadounidenses hace el suficiente ejercicio, según los CDC

Se practica más el ejercicio aeróbico que la musculación, descubre el informe.

La mayoría de los estadounidenses se quedan cortos a la hora de hacer ejercicio, según muestra un nuevo informe del gobierno.

En general, solo el 20 por ciento de los adultos estadounidenses realizan la cantidad recomendada de ejercicio aeróbico y de musculación, según los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) de EE. UU. La noticia fue menos decepcionante con respecto al ejercicio aeróbico, ya que el 51.6 por ciento de los adultos llegaron a la cantidad recomendada, que por lo que respecta a la musculación, donde solo el 29.3 por ciento lo consiguieron.

Las tasas globales de ejercicio también diferían ampliamente en función del estado, desde el 13 por ciento en Tennessee y Virginia Occidental al 27 por ciento en Colorado.

Los investigadores comentaron los resultados desde una perspectiva positiva.

"Aunque solo un 30 por ciento de las personas adultas cumplan con las directrices de los ejercicios de musculación, nos parece muy esperanzador que la mitad de los estadounidenses adultos cumplan con las directrices del ejercicio aeróbico", afirmó la autora del informe, Carmen Harris, epidemióloga de los CDC.

El informe aparece en la edición del 3 de mayo de la revista de los CDC, Morbidity and Mortality Weekly Report.

Una experta también opina que los hallazgos son una buena noticia.

"Es fantástico que cada vez haya más personas que hacen ejercicio de forma regular", comentó una fisióloga del ejercicio, Samantha Heller.

"El ejercicio no solo ayuda a controlar el peso, también contribuye a reducir la ansiedad y la depresión, aporta energía, inmunidad y poder cerebral, y reduce significativamente el riesgo de contraer enfermedades crónicas como el cáncer, la diabetes y las enfermedades cardiovasculares", aseguró.

Según las Directrices de actividad física para los estadounidenses, los adultos deberían realizar un mínimo de dos horas y media a la semana de ejercicio aeróbico de intensidad moderada, como por ejemplo andar, o una hora y 15 minutos a la semana de ejercicio aeróbico de mucha intensidad, como trotar.

Además, los adultos deberían realizar ejercicios de musculación, como hacer flexiones, abdominales o ejercicios con bandas de resistencia o pesas. Este tipo de ejercicios deberían realizarse dos o más días a la semana y trabajar todos los grupos musculares principales, sugerían las directrices.

La mayor proporción de adultos que cumplen con esas directrices se encontró en el oeste (el 24 por ciento) y en el noreste (el 21 por ciento).

Las mujeres, los hispanos, las personas mayores y las obesas eran menos propensas a cumplir las directrices, añadieron.

"El ejercicio es esencial para que la población que va envejeciendo mantenga su independencia y su calidad de vida", afirmó Heller. "Los resultados de este informe indican que algunos estados y colectivos necesitan programas que se centren en ellos a fin de animar a que hagan actividad física, tomando en cuenta sus necesidades culturales y económicas. Las YMCA locales, los centros para personas mayores y otras organizaciones a menudo ofrecen clases a un bajo precio o gratuitas".

"Unos pasos sencillos para empezar a moverse: convencer a un amigo o familiar a que lo hagan juntos; dar un paseo cada noche después de cenar; levantarse y ponerse en marcha cada vez que aparezcan los anuncios en la televisión; limitar el tiempo delante de la televisión y la computadora, [y] programar el tiempo para realizar ejercicio en su horario del día", aconsejó Heller.

Estos datos se basan en la información del Sistema de Vigilancia de los Factores de Riesgo Conductuales, una encuesta telefónica anual realizada a personas adultas mayores de 18 años.

C Las mujeres que fuman tienen más probabilidades de contraer cáncer de colon que los hombres, según un estudio

Apenas unos cuantos cigarrillos al día aumenta su riesgo, advierten los investigadores.

La conexión entre fumar y el cáncer está bien establecida. Ahora, los investigadores afirman que los cigarrillos aumentan las probabilidades de desarrollar cáncer de colon, sobre todo entre las mujeres.

Las mujeres que han fumado alguna vez tienen un aumento de casi un 20 por ciento en el riesgo de cáncer de colon, en comparación con las mujeres que nunca han fumado, según el nuevo estudio, que aparece el 30 de abril en la revista Cancer Epidemiology, Biomarkers & Prevention.

"Las mujeres que fuman incluso diez, o menos, cigarrillos al día aumentan su riesgo de cáncer de colon", advirtió la investigadora líder, la Dra. Inger Gram, profesora del departamento de medicina comunitaria de la Universidad de Tromso, en Noruega.

"Dado que el cáncer de colon es una enfermedad tan común, incluso ese tabaquismo moderado explica muchos casos nuevos", señaló. "Si la gente no fuma, se pueden prevenir muchos casos de cáncer de colon, sobre todo en las mujeres".

El estudio contó con los datos de más de 600,000 hombres y mujeres entre los 19 y los 67 años de edad, encuestados por el Instituto Noruego de Salud Pública. Los participantes respondieron a preguntas sobre sus hábitos de tabaquismo, actividad física y otros factores del estilo de vida.

Durante 14 años de seguimiento, casi 4,000 personas contrajeron cáncer de colon, y las probabilidades eran mayores entre los fumadores, particularmente entre las mujeres. El riesgo de cáncer de colon aumentó en un 19 por ciento entre las mujeres que fumaban, y en un 8 por ciento entre los hombres que fumaban, según el equipo de Gram.

Mientras más años fumaba una mujer, más pronto comenzaba a fumar, y más paquetes de cigarrillos fumaba al año, mayor era su riesgo de desarrollar cáncer de colon. Las mujeres que habían fumado durante 40 o más años aumentaban el riesgo de cáncer de colon en casi un 50 por ciento, dijeron los investigadores.

Su riesgo de desarrollar cáncer de colon proximal, esto es, del lado derecho, con un tipo de tumor específicamente relacionado con fumar, fue particularmente alto, anotó Gram.

Gram dijo que le sorprendió hallar que el vínculo entre fumar y el cáncer de colon era mucho más grande en las mujeres y comentó que los motivos no están claros.

Aunque el estudio muestra una asociación entre fumar y el cáncer de colon, no establece causalidad. Sin embargo, el vínculo entre fumar y el cáncer de colon es más que una coincidencia, apuntó Gram.

"El cáncer de colon es un cáncer relacionado con fumar", advirtió. "La Agencia de Investigación sobre el Cáncer de la Organización Mundial de la Salud lo estableció hace poco". Basándose en una revisión de las investigaciones previas, la OMS dice que el tabaquismo a largo plazo parece duplicar el riesgo de cáncer de colon. También aumenta el riesgo de cáncer de vejiga y de páncreas, según la agencia.

Una experta, la Dra. Stephanie Bernik, jefa de oncología quirúrgica del Hospital Lenox Hill, en la ciudad de Nueva York, no cree que el mayor riesgo de cáncer de colon entre las mujeres se relacione solo con fumar. El uso de alcohol, la dieta y la falta de ejercicio también podrían tener algo que ver, aseguró Bernik.

"Usualmente, el tabaquismo se da en conjunto con otros malos hábitos de salud", lamentó Bernik. "Sin embargo, esto amplía la cantidad creciente de datos que señalan que fumar cigarrillos contribuye a un mayor riesgo de cáncer de colon".

Otro experto ofreció algunos consejos. "Si fuma, debe dejar de hacerlo", planteó Dan Jacobsen, del Centro de Control del Tabaco del Sistema de Salud North Shore-LIJ en Great Neck, Nueva York. "Hay muchos métodos, programas y recursos buenos disponibles si desea intentar dejar de fumar", añadió.

"Fumar es simplemente tóxico para nuestros cuerpos", advirtió Jacobsen. "Es la principal causa de muertes y enfermedades prevenibles".