A Un estudio vincula Amiodarona, fármaco cardiaco común, con el riesgo de cáncer

Pero un cardiólogo respalda al fármaco, la amiodarona, y dijo que los pacientes no deben alarmarse con el informe.

Un fármaco conocido como amiodarona, que se usa ampliamente para tratar las arritmias cardiacas, podría aumentar el riesgo de cáncer de los pacientes, informan unos investigadores taiwaneses.

 

El riesgo, que los investigadores llamaron "aumento en el umbral de la significancia", es más pronunciado en los hombres y en los pacientes que toman dosis altas del fármaco, según el estudio, que aparece en la edición en línea del 8 de abril de la revista Cancer.

 

"Cuando receten amiodarona, los médicos deben tener en cuenta que este fármaco podría aumentar el riesgo de cáncer", señaló el autor líder, el Dr. Vincent Yi-Fong Su, del Hospital General de Veteranos de Taipéi. "Sugerimos que los eventos de cáncer se deben reportar rutinariamente en los ensayos futuros con amiodarona, y que se necesita más investigación observacional".

 

Sin embargo, los pacientes que toman el fármaco no deben temer que contraerán cáncer, señaló un experto.

 

"La amiodarona está entre los medicamentos más efectivos disponibles contra las arritmias", enfatizó el Dr. Gregg Fonarow, vocero de la Asociación Americana del Corazón (American Heart Association) y profesor de cardiología de la Universidad de California, en Los Ángeles. "No se ha demostrado un aumento en el cáncer con el uso de este medicamento en ensayos clínicos bien controlados".

 

El estudio actual, que se conoce como estudio observacional, no prueba que la amiodarona provoque cáncer, solo que se halló una asociación entre las personas que tomaban el fármaco y el cáncer. Muchos factores de riesgo de la enfermedad cardiaca y las arritmias también son factores de riesgo del cáncer, señaló Fonarow. La explicación más probable para los hallazgos de este estudio que comparó a las personas tratadas con amiodarona con la población general es que no se tomara en cuenta la selección de los pacientes y otros factores, dijo.

 

"Estos hallazgos no deben preocupar a los pacientes que toman amiodarona", dijo Fonarow.

La amiodarona (que se vende como Cordarone y Pacerone) se receta comúnmente para prevenir arritmias potencialmente mortales, como la taquicardia ventricular o la fibrilación ventricular. Ambas pueden llevar al paro cardiaco.

 

La taquicardia ventricular es un latido muy rápido en las cámaras superiores del corazón. Cuando esas cámaras no laten en el orden correcto, la afección se conoce como fibrilación ventricular. Esos problemas evitan que la sangre se bombee de forma adecuada, y pueden hacer que el corazón deje de latir del todo.

 

La amiodarona se descompone con lentitud, de forma que pueden quedar grandes cantidades en los tejidos blandos cuando se usa el fármaco durante mucho tiempo. Esto podría explicar su asociación con el cáncer, señalaron los investigadores. Estudios anteriores han mostrado una asociación entre la amiodarona y el riesgo de cáncer, pero este es el estudio más grande hasta la fecha en mostrar un vínculo, anotaron.

 

Para el estudio, el equipo de Su siguió a más de 6,400 pacientes que tomaban amiodarona durante casi tres años. De esos pacientes, 280 desarrollaron cáncer.

 

Los hombres que tomaban dosis altas del fármaco tenían un 46 por ciento más de probabilidades de desarrollar cáncer que los que no eran hombres y tampoco tomaban dosis altas. Todo el que tomaba dosis altas tenía casi el doble de riesgo de cáncer, en comparación con las personas que tomaban las dosis bajas, hallaron los investigadores.

 

Los investigadores dijeron que entre los cánceres asociados con la amiodarona se hallaban los del sistema digestivo, de los pulmones, de colon, de los ovarios y de la próstata.

C Compuesto de la carne roja y las bebidas energéticas estaria vinculado con la enfermedad cardiaca

Las bacterias intestinales transforman la carnitina en otra sustancia que daña los vasos sanguíneos, descubre un estudio.

Un compuesto hallado en la carne roja y añadido como complemento en las populares bebidas energéticas contribuyen al endurecimiento y la obstrucción de las arterias, algo conocido como aterosclerosis, según sugiere un nuevo estudio.

Los investigadores plantean que las bacterias del tracto digestivo convierten el compuesto, llamado carnitina, en trimetilamina n-óxido (TMAO). La investigación que el mismo equipo de investigadores de la Clínica Cleveland había realizado previamente halló que la TMAO provoca aterosclerosis en las personas.

Y entonces se produjo otro giro en los acontecimientos: el estudio también halló que una dieta rica en carnitina estimula el crecimiento de las bacterias que metabolizan el compuesto, lo que provoca incluso una producción mayor de TMAO.

"El tipo de bacterias que viven en nuestro tracto digestivo está determinado por nuestros patrones dietéticos a largo plazo. Una dieta rica en carnitina en realidad cambia la composición de nuestros microbios intestinales de tal manera que acaban siendo como la carnitina, lo que hace que los que comen carne sean más susceptibles de formar TMAO y de padecer sus efectos de obstrucción de las arterias", explicó el investigador principal, el Dr. Stanley Hazen, jefe de cardiología preventiva y rehabilitación en el Instituto Cardiaco y Vascular de la Clínica Cleveland.

El equipo de Hazen examinó a casi 2,600 pacientes que se sometieron a evaluaciones cardiacas. Los investigadores descubrieron que un nivel constantemente alto de carnitina se asoció con un riesgo mayor de enfermedad cardiaca, ataque cardiaco, accidente cerebrovascular y muerte por causas cardiacas.

También descubrieron que el nivel de TMAO era mucho menor en los vegetarianos y los veganos que en las personas con dietas no restrictivas (omnívoras). Los vegetarianos no comen carne y los veganos no comen ni carne ni productos de origen animal, incluidos los huevos y los productos lácteos.

Incluso después de consumir una gran cantidad de carnitina, los veganos y vegetarianos no produjeron un nivel significativo de TMAO, mientras que los omnívoros sí lo hicieron, según el estudio publicado en la edición actual de la revista Nature Medicine.

Aunque el nuevo estudio no pudo probar que hubiera una relación de causa y efecto entre la carnitina y los daños cardiacos, los hallazgos pueden ofrecer una nueva manera de comprender los beneficios de las dietas veganas y vegetarianas, afirmaron los investigadores.

"Los veganos y los vegetarianos tienen una capacidad significativamente menor de sintetizar la TMAO a partir de la carnitina, lo que puede explicar los beneficios para la salud cardiovascular de estas dietas", comentó Hazen, que también es vicepresidente de investigación traslacional del Instituto de Investigación Lerner de la clínica.

Dos expertos en enfermedades cardiacas afirmaron que el estudio muestra pistas nuevas e importantes.

Según el Dr. Robert Rosenson, al parecer los hábitos de alimentación deficientes podrían aumentar el nivel de TMAO y "aumentar la capacidad del colesterol de entrar en las arterias e interferir en la capacidad que nuestro cuerpo tiene de eliminar el exceso de colesterol". Rosenson, director de trastornos cardiometabólicos en la Facultad de Medicina Icahn de Mount Sinai, en la ciudad de Nueva York, afirmó que el estudio "ofrece una nueva información importante sobre la asociación entre la dieta, la aterosclerosis y los eventos cardiovasculares".

Otra experta se refirió específicamente a la carne roja y a las bebidas energéticas.

"La mayoría de los estadounidenses han oído el famoso dicho: 'eres lo que comes'", comentó la Dra. Tara Narula, directora asociada de la Unidad de Cuidados Cardiacos del Hospital Lenox Hill, en la ciudad de Nueva York. "Esta frase puede ser más cierta y diferente de lo que quizá habíamos imaginado".

El nuevo estudio "nos hace ser conscientes de que muchos 'complementos', como las bebidas energéticas, pueden tener los mismos compuestos [dañinos para los vasos sanguíneos] que la carne roja", indicó. "Las bebidas energéticas pueden no ser inofensivas y tener efectos secundarios que pasan desapercibidos y que los consumidores deberían saber".

En cuanto a la carne de res, de cerdo y similares, Narula comentó que "la verdadera moraleja es el refuerzo de las recomendaciones actuales de que una dieta saludable para el corazón debería tener poco o nada de carne roja".

 

C Caminar a paso vivo iguala a correr para la salud cardiaca, según un estudio

La distancia, y no la velocidad, provee los beneficios, afirman los investigadores.

Caminar a paso vivo es igual de bueno que correr para reducir la presión arterial, el colesterol y el riesgo de diabetes, tres factores importantes en el desarrollo de la enfermedad cardiaca, halla un estudio reciente.

La cuestión es cuánta distancia se camina o corre, no cuánto tiempo, señaló Paul Williams, científico de planta del Laboratorio Nacional Lawrence Berkeley en Berkeley, California.

"Ambas actividades reducen los factores de riesgo, y si se gasta la misma cantidad de energía se obtiene el mismo beneficio", aseguró Williams. La clave fue que mientras más caminaban o corrían las personas cada semana, más mejoraba su salud, señaló.

Los hallazgos sugieren que "ahora hay cierta elección sobre el ejercicio que se desea hacer", planteó. Para algunas personas, correr es más conveniente, mientras que otras prefieren caminar, sobre todo las personas que apenas comienzan a hacer ejercicio, dijo.

La ventaja de correr es que se puede cubrir el doble de distancia en el mismo tiempo que al caminar, apuntó Williams.

Sin embargo, Williams se refiere a caminar a paso vivo. "Caminar para hacer ejercicio. No ir a un paso lento, sino realmente caminar para hacer ejercicio", explicó.

Para el estudio, que aparece en la edición en línea del 4 de abril de la revista Arteriosclerosis, Thrombosis and Vascular Biology, Williams y el Dr. Paul Thompson, cardiólogo del Hospital de Hartford en Connecticut, recolectaron datos del Estudio nacional de salud de los corredores y del Estudio nacional de salud de los caminantes. Participaron más de 33,000 corredores y casi 16,000 caminantes.

Los corredores y los caminantes tenían entre 18 y 80 años de edad, pero la mayoría estaba en la cuarentena y la cincuentena, anotaron los autores del estudio.

Durante seis años, tanto correr como caminar llevaron a reducciones similares en el riesgo de hipertensión, colesterol alto y diabetes, y quizás incluso de la enfermedad cardiaca, hallaron los investigadores.

Específicamente, Williams y Thompson hallaron que:

·         Correr redujo el riesgo de hipertensión en un 4.2 por ciento y caminar redujo el riesgo en un 7.2 por ciento.

·         Correr redujo el riesgo de colesterol alto en un 4.3 por ciento y caminar redujo el riesgo en un 7 por ciento.

·         Correr redujo el riesgo de diabetes en un 12.1 por ciento y caminar redujo el riesgo en un 12.3 por ciento.

·         Correr redujo el riesgo de enfermedad cardiaca en un 4.5 por ciento y caminar redujo el riesgo en un 9.3 por ciento.

El Dr. Gregg Fonarow, vocero de la Academia Americana del Corazón (American Heart Association) y profesor de cardiología de la Universidad de California, en Los Ángeles, dijo que está bien establecido que realizar actividad física regular mantiene la salud cardiovascular y reduce el riesgo de eventos cardiovasculares, accidente cerebrovascular y muerte prematura.

La Asociación Americana del Corazón y otras organizaciones recomiendan mucho la actividad física regular para la prevención primaria y secundaria de la enfermedad cardiaca y el accidente cerebrovascular, añadió.

"Esos hallazgos sugieren un beneficio similar con unos gastos energéticos similares con el ejercicio, independientemente de la intensidad", señaló Fonarow. "Sin embargo, para los que son capaces de participar en un ejercicio más vigoroso, esa estrategia podría ser más eficiente en cuanto al tiempo".

Otras investigaciones que usaron datos de los estudios sobre los caminantes y los corredores hallaron que, para perder peso, correr supera a caminar. El estudio aparece en la edición de abril de la revista Medicine & Science in Sports & Exercise.

 

C Retomar la terapia con estatinas no origina reacciones

 

Tras años de prescripción, los beneficios clínicos de las estatinas están ampliamente constatados. Sin embargo, en ocasiones su uso se interrumpe, sin tener en cuenta los posibles efectos en el riesgo cardiovascular e incluso en el de mortalidad por enfermedad arterial coronaria.

Por ello, un grupo de médicos del Hospital Brigham and Women, en Boston, encabezado por Alexander Turchin, de la División de Endocrinología del centro, ha analizado esa interrupción. La principal conclusión del estudio, publicada ayer en Annals of Internal Medicine, es que el 90 por ciento de los enfermos que interrumpen su tratamiento con estatinas por alguna reacción adversa, toleran bien el fármaco cuando lo retoman.

En total, se recabaron datos de más de 107.835 pacientes a los que se prescribió estatinas entre 2000 y 2008. Aproximadamente, la quinta parte tuvieron síntomas o efectos adversos relacionados con el tratamiento, y más de la mitad lo abandonaron, al menos durante un tiempo; a su vez, la mitad de ellos retomaron el tratamiento (aunque no siempre el mismo fármaco) y en el 90 por ciento de los casos continuaron sin problemas.

El mensaje para los médicos, según los autores, es que la tolerancia a esos fármacos se alcanza en la mayoría de los casos y, a veces, para ello hay que cambiar a otra estatina o reducir la dosis.

Los investigadores de Brigham y el Hospital de la Mujer, que analizaron los registros médicos electrónicos ,descubrieron quienes presentaron efectos secundarios a las estatinas , quienes dejaron de tomarlas, independientemente de que posteriormente las reiniciaran y lo que sucedió cuando lo hicieron. Entre las conclusiones acerca de los efectos secundarios:


• Pueden ser causados
​​por algo más que la  estatina.
• Que pueden ser causados
​​
por el medicamento de estatina, pero son tolerables.
• Pueden ser causados
​​por algun medicamento de estatina, pero no en otros.


Cada año, más de 2 millones de estadounidenses sufren de graves eventos cardiovasculares que representan aproximadamente una cuarta parte del costo total de la atención hospitalaria para pacientes hospitalizados, según los CDC.

Aproximadamente uno de cada cuatro estadounidenses mayores de 45 años toma un medicamento de estatina, según los CDC. Los médicos esperan que los pacientes permanezcan en ellos de por vida – junto con una dieta baja en grasas y hacer ejercicio regularmente. Las estatinas reducen el colesterol malo, ayudando a reducir el riesgo de desarrollar enfermedades del corazón. También mejoran la supervivencia en los pacientes que ya tienen enfermedad cardíaca, el asesino No. 1 en los EE.UU..

 

P Consumir menos sal y más potasio salvaría millones de vidas

Unos modestos cambios en la dieta reducirían el riesgo de accidente cerebrovascular y de enfermedad cardiaca, confirman unos estudios.

Reducir la ingesta de sal en la dieta y aumentar los niveles de potasio prevendrían millones de muertes por enfermedad cardiaca y accidente cerebrovascular en todo el mundo cada año, según tres estudios recientes.

 

Los nuevos estudios, que revisaron investigaciones anteriores, aparecen en la edición en línea del 4 de abril de la revista BMJ.

 

Un estudio examinó los hallazgos de 34 ensayos clínicos en que participaron más de 3,000 adultos, y halló que una reducción modesta en la ingesta de sal llevaba a reducciones significativas en la presión arterial, conduciendo a un menor riesgo de ataque cardiaco, accidente cerebrovascular e insuficiencia cardiaca.

 

Otro estudio que revisó 56 estudios anteriores reportó hallazgos similares. Halló que reducir el consumo de sal llevaba a una menor presión arterial, y a una reducción en el riesgo de accidente cerebrovascular y enfermedad cardiaca fatal en los adultos.

También hubo evidencia de que una reducción en la ingesta de sal reducía la presión arterial en los niños.

 

Un tercer estudio analizó los datos de 33 ensayos clínicos en que participaron más de 128,000 personas, y halló que aumentar la ingesta de potasio reducía la presión arterial en los adultos, y reducía su riesgo de accidente cerebrovascular en un 24 por ciento.

 

Una mayor ingesta de potasio también fue beneficiosa para los niños, pero se necesita más investigación, señalaron los autores del estudio.

 

El potasio se halla en la mayoría de frutas y verduras frescas, y en las legumbres, como los frijoles y los guisantes.

 

La Organización Mundial de la Salud fijó una meta global de reducir la ingesta de sal en la dieta a 5 o 6 gramos (más o menos una cucharadita) al día para 2050. Sin embargo, los investigadores del estudio y otros expertos recomiendan una reducción más marcada, a 3 gramos al día.