E Disminuye el uso de edulcorantes provenientes del maíz en la industria de los refrescos

El consumo de jarabe de maíz de alta fructosa, (HFCS por sus siglas en Ingles) que se utiliza para endulzar los productos desde  Coca-Cola Co. (KO) hasta los Ketchup de HJ Heinz Co. (HNZ) y que está vinculado a la obesidad, está decayendo en los EE.UU. en la medida que los consumidores conscientes de los problemas de salud que estos acarrean, beben menos refrescos o sodas.

La cantidad de maíz dedicado a edulcorante  este año se reducirá a su nivel más bajo desde 1997, según una proyección del dia 15 de enero dada por el Departamento de Agricultura de EE.UU.

 

"Mucha atención se ha estado prestando a la epidemia de obesidad, y eso ha dañado   jarabe de maíz de alta fructuosa", dijo Marion Nestle, experta en salud pública y nutrición en la Universidad de Nueva York.

 

Durante décadas, el jarabe de maíz se benefició del costo relativamente bajo de maíz en comparación con el azúcar. Una triplicación de los costos del maíz desde 2004 ha disminuido esa ventaja, mientras que las preocupaciones de los consumidores por la obesidad y la publicidad negativa también han influido en la disminución de la demanda, dijo Lauren Bandy, analista de ingredientes de Euromonitor International Plc en Londres.

 

Los estadounidenses consumieron un promedio de 131 calorías provenientes del edulcorante de maíz diariamente en 2011, un 16 por ciento inferior a lo que consumían desde 2007, según los datos más recientes del USDA. Mientras tanto, el consumo de azúcar, también culpado por el aumento de peso, subió un 8,8 por ciento a 185 calorías al día, según los datos.



Auge de 1998.

 

Incluso con el aumento del consumo de azúcar, la producción total de edulcorantes en EE.UU. sigue siendo un 14 por ciento menos que su pico máximo ocurrido en 1999, según el USDA.

 

"Estamos viendo una disminución real, y no solo que las personas están cambiando a azúcar", dijo Michael Jacobson, director ejecutivo del Centro para la Ciencia en el Interés Público, en Washington. "Las personas consumen demasiado de los dos."

 

Él atribuye este descenso a campañas de salud pública.

 

Las preocupaciones de que la obesidad está en aumento han impulsado medidas anti-edulcorante, incluidas las propuestas en 30 estados para recaudar impuestos sobre las  sodas en la industria de los refrescos de más de 74 billones de dólares en  EE.UU. En septiembre pasado, el Consejo de Salud de la Ciudad de Nueva York votó a favor de restringir la venta de refrescos azucarados en vasos o contenedores  de no más de 16 onzas  en restaurantes, cines y estadios, a propuesta del alcalde Michael Bloomberg.

Los refrescos son el principal motor en la utilización del jarabe de maíz de alta fructosa. El consumo, que alcanzó su punto máximo en 1998 con 54 litros por persona, se desplomó un 21 por ciento en 2011, cuando los estadounidenses consumieron más jugo, té y agua embotellada, según Beverage Digest.

 

Rivalidad con el azúcar

 

El jarabe de maíz de alta fructosa fue desarrollado en la década de 1950 y, por cerca de una década a partir de mediados de los años 1990, rivalizó con el azúcar refinado como el edulcorante predilecto de EE.UU.

 

El edulcorante líquido se utiliza a menudo en los cereales, yogures, sopas y otros alimentos porque es más fácil de mezclar, transportar y conservar que el azúcar. Cerca de 4.5 por ciento de la cosecha de maíz de los EE.UU., o 485 millones de bushels, se utilizará para hacer el edulcorante en el año que terminó el 31 de agosto, según el USDA.

 

Archer-Daniels-Midland Co. (ADM)  and Cargill Inc. operan entre los dos, más de la mitad de las plantas en el país donde se refina maíz para la producción de jarabe de maíz de alta fructuosa.

 

El crecimiento de las exportaciones  ha más que compensado  cualquier disminución en las ventas nacionales, dijo Jackie Anderson, portavoz de ADM, en un correo electrónico. "Nuestros molinos de maíz se han diseñado para ser flexibles, para poder cambiar la producción hacia productos diferentes", dijo.

 

Etanol derivado del maíz, que hasta el año 2000, utilizó menos del grano que el edulcorante, será responsable por 4,5 billones de bushels  este año, casi 10 veces más que antes, según muestran los datos del USDA.

 

Los temores a la obesidad

 

Los lazos con la obesidad están asustando a algunos consumidores  a pesar de que los grupos para el comercio del  jarabe de maíz y los del azúcar batallan entre sí en los tribunales por declaraciones supuestamente falsas que se ha hecho recíprocamente sobre uno y otro producto.

 

"Es ridículo, al verlos luchar entre sí cuando los dos son horribles", dijo Nestle, nutricionista dela Universidad de Nueva York

 

La fructosa puede contribuir al aumento de peso y la obesidad, debido a la forma en que afecta las regiones del cerebro que controlan el apetito, según han descubiertoo investigadores de la Universidad de Yale y publicado en un estudio en el Journal of the American Medical Association ,este mes.


La Agencia de drogas y alimentos de Estados Unidos (FDA) ha clasificado al  jarabe de maíz de alta fructuosa, una mezcla de fructosa y glucosa, como seguro para el consumo , pero se negó a llamarla  "azúcar de maíz", conforme a lo solicitado por la Asociación de Refinadores de Maíz.

 

Un artículo publicado el pasado mes de septiembre en el International Journal of Obesity llego a  la conclusión de que la sustancia, por sí sola, no causa la obesidad u otros problemas de salud.

 

Reacción de la Industria

 

"Es importante para las marcas sopesar cuidadosamente las decisiones que se tomen sobre los edulcorantes y basarlas en hechos", dijo Martin Concannon, un consultor de la Asociación de Refinadores de Maíz, en un correo electrónico. "Los consumidores están mucho más preocupados por la cantidad de edulcorante en un producto que en darse  cuenta de qué tipo de edulcorante  está en él."

 

La asociación con sede en Washington representa a los fabricantes de jarabe de maíz de alta fructosa en los EE.UU., entre ellas Cargill, ADM, Ingredion Inc. (INGR) y Tate & Lyle Ingredientes Americas Inc.

 

El azúcar sigue siendo un 25 por ciento más caro que el jarabe de maíz alto en fructosa, Credit Suisse Group AG (CSGN) dijo en un informe de 17 de enero. Mondelez International Inc. (MDLZ), la que fabrica los jugos Capri Sun, y ConAgra Foods Inc. (CAG), fabricante de salsa de tomate Hunt, ambos han regresado al jarabe de maíz después de cambiar a azúcar porque no ganaron mercado con el cambio, dijo Credit Suisse.

 

"Es una industria en declive, pero no es una industria moribunda", dijo Bandy. "Mientras las grandes marcas sigan utilizándolo, van a tener negocios".

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