Dr. Jorge Bordenave, MD, FACP - Miami, FL

 
 
A Después de ictus, caminar puede ayudar

Tomando en cuenta que es un ejercicio fundamental para mantener el peso, también puede mejorar la calidad de vida.

 

Un estudio publicado en "Stroke: Journal of the American Heart Association", recomienda caminar a paso ligero, después de haber sido afectado por un derrame cerebral ya que puede beneficiar la condición física, la movilidad y sobre todo la calidad de vida.

 

El estudio requirió de la ayuda de 128 sobrevivientes de accidentes cerebrovasculares; los voluntarios de dividieron en grupos, uno de ellos caminó a paso ligero al aire libre, tres veces por semana en un lapso de tres meses.

 

El otro grupo únicamente recibía un masaje terapéutico pero hacia ejercicio supervisado.

 

Los resultados obtenidos demostraron que el grupo que realizaba paseos tuvo una mejoría en la calidad de vida del 16.7% gracias a su salud física, además los miembros de este mismo grupo podían andar un 17.6% más en una prueba de resistencia de seis minutos.

 

Con estos voluntarios se detectó una tasa cardíaca en reposo de 1.5% menor.

 

"Caminar es una excelente manera de mantenerse activo después de un accidente cerebrovascular. Es familiar, de bajo costo y algo que la gente puede hacer con facilidad", mencionó Carron Gordon, autor principal del estudio y profesor en el departamento de Terapia Física en la Universidad de las Indias Occidentales en Jamaica.

 

Muchas personas después de sufrir un derrame cerebral no tienen la energía suficiente y tienen el miedo constante de caerse al caminar y es por eso que dejan de realizar actividades cotidianas, tales como ir de compras o a la iglesia, asegura Gordon.

 

Los participantes en el estudio provenían de tres diferentes hospitales de Jamaica, habían sufrido un accidente cerebrovascular isquémico o hemorrágico, con una antigüedad de 6 a 24 meses previos a la realización del estudio y que además, podían caminar independientemente, con o sin bastón.

 

"Los participantes fueron supervisados por instructores durante la caminata, y con el tiempo, amigos o familiares caminaron con ellos hasta que los participantes se sentían cómodos para hacerlos ellos solos", comentó Gordon.

 

Uno de las características de los participantes en el estudio es que la mayoría eran de raza negra, pero que estos mismos resultados se podrían esperar en cualquier grupo étnico o cultural, según el líder de la investigación, no obstante los resultados no podrían ser similares si se extiende a pacientes con efectos graves o los que no pueden caminar sin ayuda.

 

"Caminar puede ayudar para controlar la presión arterial, reducir los niveles de grasa o lípidos y ayuda a controlar el peso además de a los factores de riesgo cardiovascular", concluye Gordon.

 

La Asociación Americana del Corazón hace la recomendación de hacer 150 minutos por semana de ejercicio moderado mínimo o 75 de ejercicio vigoroso, o una combinación de ambos, estas recomendaciones para gente sana y sobrevivientes de accidentes cerebrovasculares.