Dr. Jorge Bordenave, MD, FACP - Miami, FL

 
 
M El Gobernador Rick Scott a favor de expandir el Medicaid en la Florida

El gobernador Rick Scott afirmó el miércoles estar a favor de expandir el Medicaid y atraer millones de dólares en fondos federales a la Florida, un giro significativo en su política que podría traer cobertura de atención médica a un millón más de floridanos.

“Con el gobierno federal comprometido a pagar el 100 por ciento del costo, yo no puedo, con la conciencia tranquila, negar a los floridanos acceso a la atención médica”, dijo Scott en una conferencia de prensa convocada a toda prisa en la Mansión del Gobernador.

Scott, ex ejecutivo de hospitales, habló de forma inusualmente directa sobre ayudar a los floridanos “más pobres y más débiles”, un asombroso giro de 180 grados para un republicano partidario del gobierno pequeño que fue una de las voces más estentóreas en una estrategia legal agresiva, y finalmente fracasada, por derogar una ley que él llamaba despectivamente “Obamacare”.

A lo largo de su campaña para el puesto de gobernador en el 2010, mientras buscaba el apoyo de miembros del movimiento Tea Party, Scott calificó la ley de “asesina de empleos” que afectaría a la Florida.

El miércoles, describió la propuesta de expansión del Medicaid, al menos durante su período inicial, “de sentido común”.

Los activistas del Tea Party criticaron duramente la declaración de Scott.

“Este es otro ejemplo de los republicanos mintiéndoles a los floridanos”, dijo Everett Wilkinson, vecino de Palm Beach Gardens, llamando a Scott “el Benedict Arnold del movimiento patriótico y Tea Party en la Florida”.

Scott tuvo el cuidado de señalar que la Legislatura, controlada por los republicanos, será la que decida en última instancia si vale o no la pena implementar su propuesta. Eso dista mucho de la verdad, en particular en la Cámara de Representantes, más inclinada a tomar decisiones ateniéndose a las líneas de los partidos.

“El gobernador Scott ha tomado su decisión, y yo ciertamente respeto su manera de pensar”, dijo el presidente de la Cámara Will Weatherford, republicano de Wesley Chapel. “No obstante, la Legislatura de la Florida tomará la decisión final. Personalmente, me siento escéptico de que esta ley inflexible pueda mejorar la calidad de la atención médica en nuestro estado y asegurar nuestra estabilidad financiera a largo plazo”.

“Yo respeto al gobernador por haber tomado una posición clara”, añadió el senador Joe Negron, republicano de Stuart, quien preside una comisión del Senado que estudia la ley de atención médica. Dijo que los senadores llegarían a sus propias conclusiones probablemente para principios de marzo.

En Miami, Carlos A. Migoya, presidente y ejecutivo principal del Jackson Health System, aplaudió el anuncio de Scott. “Cualquier cosa que brinde cobertura a nuestros residentes que ahora están sin seguro es un progreso para nuestra comunidad y para la misión del Jackson Health System”, dijo. “El impacto sobre el presupuesto del Jackson, no obstante, se basará en cómo queden definidos los detalles y en cómo se distribuyan los fondos”.

Scott dijo que respaldaría una expansión inicial por tres años del Medicaid, pero puso en claro que no presionaría a los legisladores para que voten a favor. Reiteró que sus prioridades principales son un aumento de sueldo de $2,500 para los maestros y un alivio fiscal para las compras de equipos fabriles.

Gobernador de la Florida Rick ScottSegún la propuesta del gobernador, la Legislatura — después de tres años — tendría que volver a autorizar el programa para mantenerlo vigente.

“Esto no es una bandera blanca de rendición a la atención médica administrada por el gobierno”, dijo, como si anticipara la reacción negativa de sus partidarios más conservadores. En parte, lo que él mismo ha descrito como su “nueva perspectiva” provino de la muerte de su madre Esther el año pasado, dijo.

“Hace unos pocos meses, mi madre falleció, y yo perdí a uno de los pocos elementos constantes de mi vida”, dijo Scott. “Perder a alguien tan cercano te obliga a verlo todo desde una nueva perspectiva... especialmente las decisiones importantes”.

Durante semanas, Scott ha dicho que el debate sobre la expansión del Medicaid dependía directamente de la solicitud del estado de las dispensas que necesita para permitir a compañías privadas llevar los programas.

Su respaldo a la expansión tuvo lugar horas después de que el gobierno federal acordara conceder a la Florida una dispensa condicional para privatizar el Medicaid a nivel estatal para los más de 3 millones de personas que lo reciben actualmente, más de la mitad de los cuales son niños o personas de menos de 21 años.

Scott y los legisladores republicanos han advertido repetidas veces que los costos anuales del Medicaid de aproximadamente $21,000 millones estaban consumiendo el presupuesto de la Florida y propusieron el plan de atención médica administrada para ahorrar dinero y mejorar los servicios.

La privatización extiende un programa piloto de cinco condados que ha estado plagado de problemas. A los críticos les preocupa que los proveedores con afán de lucro estén escatimando la atención médica al paciente y negando servicios médicos para aumentar sus ganancias. Algunos médicos se han retirado del programa piloto, quejándose del exceso de trabas burocráticas y de que las aseguradoras niegan los exámenes y las medicinas que ellos prescriben. Los pacientes se han quejado de que pasan trabajo para conseguir turno con el médico. Los condados participantes incluyen a Broward.

Varios planes de salud también se retiraron del programa piloto, diciendo que no podían ganar suficiente dinero. Los pacientes se quejaban de que los peloteaban de un plan a otro con lapsos en su atención médica. Casi la mitad de los 200,000 pacientes enrolados en el programa piloto han sido sacados de al menos un plan, dijeron funcionarios federales de salud en un momento de las negociaciones.

Los legisladores afirman que ellos han arreglado las deficiencias del programa piloto, con cláusulas que incluyen una mayor vigilancia y penalidades más severas, entre ellas poner multas a los proveedores de hasta $500,000 si se retiran. Las medidas aumentaron además las tasas de reembolso de los médicos y limitan las demandas por negligencia médica para los pacientes de Medicaid con la esperanza de aumentar la participación de los médicos en el programa.