Dr. Jorge Bordenave, MD, FACP - Miami, FL

 
 
A El aire contaminado con esmog se relaciona con los ataques cardiacos, según un estudio

Una investigación de Houston rastreó los picos en el ozono y los niveles de contaminación

Los niveles de ozono y de contaminación atmosférica se relacionan directamente con los ataques cardiacos, según un estudio reciente de Houston.

Se halló que la exposición máxima tanto al ozono como a la materia fina particulada (unos contaminantes sólidos y líquidos de tamaño minúsculo, como los emitidos por los coches y las fábricas) aumentaba el riesgo de ataque cardiaco en casi un cinco por ciento. Los hombres, los negros y las personas mayores de 65 años tenían el mayor riesgo, hallaron los investigadores.

Esos hallazgos deberían hacer que las autoridades de salud continúen con sus esfuerzos por reducir la contaminación atmosférica y de proveer al público unas advertencias puntuales sobre los niveles altos de ozono, sugirieron los autores del estudio.

"El objetivo es salvar vidas", aseguró en un comunicado de prensa de la Universidad de Rice la investigadora Katherine Ensor, profesora y catedrática del departamento de estadísticas de la universidad. "Nos gustaría contribuir a un sistema de advertencia refinado para los individuos en riesgo. Quizás las advertencias generales sobre la calidad del aire no sean suficiente. Al mismo tiempo, queremos aumentar nuestra comprensión del costo en salud de la contaminación, y celebrar su reducción continua".

Para llevar a cabo el estudio, Ensor y colegas examinaron ocho años de datos sobre la calidad del aire en Houston. También revisaron información recopilada por los Servicios Médicos de Emergencia (EMS) de Houston sobre más de 11,000 ataques cardiacos que ocurrieron fuera de los hospitales de la ciudad. Más del 90 por ciento de los casos resultaron letales, y el 55 por ciento ocurrieron en el calor del verano.

Los ataques cardiacos se relacionaron con la exposición tanto al ozono como a la materia particulada inferior a los 2.5 microgramos en el aire. Un aumento promedio en la materia fina particulada de 6 microgramos por día durante el transcurso de dos días aumentó el riesgo de ataque cardiaco en un 4.6 por ciento. Las personas con problemas de salud preexistentes estarían en un riesgo particularmente alto, anotaron los investigadores.

De forma similar, un aumento en el nivel de ozono de 20 partes por mil millones (ppb, por su sigla en inglés) en una a tres horas aumentó el riesgo de ataque cardiaco en hasta un 4.4 por ciento. Sin embargo, los niveles de dióxido de nitrógeno, dióxido de azufre y monóxido de carbono no afectaron el número de ataques cardiacos, señalaron los investigadores.

David Persse, coautor del estudio, director médico de los EMS del Departamento de Bomberos de Houston, dijo que hace mucho que los trabajadores de los EMS consideran que ciertos tipos de contaminación atmosférica, lo que incluye el ozono, tienen efectos nocivos graves sobre los corazones y pulmones de las personas. "Pero esto valida lo que sabemos matemática y científicamente", apuntó en el comunicado de prensa.

La Asociación Americana del Pulmón (American Lung Association) calificó a Houston como la octava ciudad de EE. UU. en cuanto a los días con niveles altos de ozono. La ciudad está tomando medidas para reducir las muertes por los ataques cardiacos, como aumentar la educación sobre la RCP (reanimación cardiopulmonar) administrada por los transeúntes en las comunidades en riesgo.

Pero la mejor forma de prevenir los efectos nocivos de la exposición a la contaminación atmosférica es mejorar la calidad del aire, según el Departamento de Salud y Servicios Humanos de Houston.

Daniel Cohan, ingeniero ambiental de la Universidad de Rice, dijo que quizás se necesiten estrategias ambientales para reducir el ozono todo el año.

Los investigadores anotaron que sus hallazgos podrían tener implicaciones importantes a medida que los estados planifican cumplir con los estándares nacionales de ozono. Aunque actualmente los estándares son de 75 ppb, la Agencia de Protección Ambiental (EPA) de EE. UU. está pensando en hacerlos más estrictos, de entre 60 y 70 ppb.

Un estudio de 2012 de la Rice determinó que el estándar de materia particulada de la EPA de 35 microgramos por metro cúbico no es suficiente para proteger la salud de las personas.

Los hallazgos fueron presentados el domingo en una reunión de la Asociación Americana para el Avance de la Ciencia (American Association for the Advancement of Science), en Boston. El estudio también será publicado en la revista Circulation.