Dr. Jorge Bordenave, MD, FACP - Miami, FL

 
 
S Estudio vincula consumo de bebidas gaseosas con depresión
Según la investigación, más de cuatro latas de bebida por día aumentan en un 30% las probabilidades de tener depresión, mientras que cuatro tazas de café reducen las probabilidades en un 10%.
De acuerdo a un nuevo estudio, las bebidas gaseosas estarían vinculadas con la depresión, siendo las versiones "light" o "diet" las más peligrosas.
Para llegar a estas conclusiones, un grupo de investigadores de Estados Unidos estudiaron el consumo de bebidas de 265.000 hombres y mujeres entre 50 y 72 años.
Luego de diez años, se les preguntó a los voluntarios si habían sido diagnosticados con depresión en los cinco años anteriores.
De acuerdo a los resultados, aquellos que bebían más de cuatro latas de bebidas por día tenían un 30% más de probabilidades de tener depresión que aquellos que no que bebían nada, y el riesgo parecía ser más alto en aquellos que consumían bebidas light.
Los que bebieron jugos de fruta, presentaron cuadros de depresión en un 38% más de las veces que quienes no bebían ningún líquido dulce.
Uno de los datos más interesantes es que los investigadores determinaron que quienes bebían gaseosas light o diet tenían más riesgo de desarrollar depresión que quienes consumían bebidas normales y la explicación estaría en el uso de aspartamo o aspartame.
Por otra parte, los científicos descubrieron que aquellos que ingerían cuatro tazas de café por día tenían 10% menos probabilidades de depresión que aquellos que no bebían café. De acuerdo a Honglei Chen, uno de los científicos que formó parte de la investigación,  esto se debe a que el café estimula el cerebro.
De acuerdo al experto, el estudio no explica la conexión entre las bebidas y la depresión, por lo que todavía se desconoce el vínculo entre las bebidas y la salud mental. Una de las teorías que tienen es que el consumo de bebidas está relacionado con la diabetes y la obesidad, lo cual puede provocar un trastorno en el estado de ánimo.
El estudio fue anunciado durante la conferencia de la Academia de Neurología de Estados Unidos y fue respaldado por el Instituto Nacional de Salud, el Instituto Nacional de las Ciencias de Salud del Medio Ambiente y por el Instituto Nacional del Cáncer de Estados Unidos.