Dr. Jorge Bordenave, MD, FACP - Miami, FL

 
 
F Más pruebas de que una vida saludable y no fumar rinden dividendos

Los cambios positivos en el estilo de vida redujeron el riesgo de muerte en un 80 por ciento en un periodo de 8 años, halla un estudio.

Un nuevo estudio se suma a la creciente evidencia de que un estilo de vida saludable no solo protege la salud, sino que también reduce el riesgo de muerte.

El ejercicio regular, consumir una dieta saludable y mantener un peso saludable ofrecen claros beneficios de salud, pero el cambio más significativo que las personas pueden realizar en su estilo de vida para proteger su salud es dejar de fumar, reportan investigadores de la Facultad de Medicina de la Universidad de Johns Hopkins.

 

 

 

 

 

Un nuevo estudio se suma a la creciente evidencia de que un estilo de vida saludable no solo protege la salud, sino que también reduce el riesgo de muerte.

El ejercicio regular, consumir una dieta saludable y mantener un peso saludable ofrecen claros beneficios de salud, pero el cambio más significativo que las personas pueden realizar en su estilo de vida para proteger su salud es dejar de fumar, reportan investigadores de la Facultad de Medicina de la Universidad de Johns Hopkins.

"De todos los factores del estilo de vida, hallamos que evitar fumar desempeñaba el rol más grande en la reducción del riesgo de enfermedades cardiacas coronarias y de la mortalidad", comentó en un comunicado de prensa de la universidad el autor principal del estudio, el Dr. Roger Blumenthal, cardiólogo y profesor de medicina de la Facultad de Medicina. "Los fumadores que adoptaron dos o más conductas saludables de estilo de vida seguían teniendo unas tasas más bajas de supervivencia tras 7.6 años que los no fumadores que eran sedentarios y obesos".

En el estudio, que aparece en la edición en línea del 3 de junio de la revista American Journal of Epidemiology, participaron más de 6,200 hombres y mujeres entre los 44 y los 84 años de edad. A los participantes, que eran blancos, negros, hispanos o chinos, se les dio un seguimiento promedio de casi ocho años. Todos se sometieron a pruebas de calcio coronario mediante una TC al inicio del estudio, para evaluar las señales tempranas de depósitos de calcio, que podrían aumentar su riesgo de un ataque cardiaco. En el transcurso del estudio, fueron reevaluados para determinar si habían sufrido un ataque cardiaco, un paro cardiaco súbito, dolor de pecho o se habían sometido a una angioplastia. Los investigadores también realizaron un seguimiento de las muertes por enfermedades cardiacas u otras causas.

Además de los beneficios de evitar el tabaco, los investigadores hallaron que hacer ejercicio con regularidad, mantener un peso saludable y adoptar una dieta de estilo mediterráneo (rica en productos vegetales, pescado, frutos secos y granos integrales) ayudaban a prevenir la acumulación precoz de depósitos de calcio en las arterias. Esos cambios en el estilo de vida también redujeron el riesgo de muerte en un 80 por ciento en el transcurso de ocho años.

Los investigadores asignaron a cada participante una puntuación de estilo de vida de cero a cuatro, donde el cuatro representaba el estilo de vida más saludable. Este sistema de calificación se basó en la dieta, el índice de masa corporal (IMC), el nivel de actividad física y el tabaquismo. Apenas el dos por ciento de los participantes cumplían con los cuatro criterios de un estilo de vida saludable.

"Aunque hay factores de riesgo que las personas no pueden controlar, como los antecedentes familiares y la edad, estas medidas de estilo de vida son cosas que las personas pueden cambiar, y en consecuencia plantear una gran diferencia para su salud. Por eso creemos que esto es tan importante", comentó el autor líder, el Dr. Haitham Ahmed, residente en medicina interna del Centro Ciccarone para la Prevención de las Enfermedades Cardiacas de la Hopkins.

Los investigadores afirman que sus hallazgos refuerzan las recomendaciones recientes de la Asociación Americana del Corazón (American Heart Association), que aconsejan a las personas dejar de fumar y llevar dietas ricas en verduras, frutas, frutos secos, granos integrales y pescado, al mismo tiempo que son activas y mantienen un IMC de menos de 25. El IMC es una medida de la grasa corporal basada en la estatura y el peso.